¿Qué hacer si una flor preservada desprende líquido? Soluciones rápidas y consejos
¿Una flor preservada ha soltado líquido? No te preocupes, no es grave. Te contamos por qué pasa, cómo actuar y cómo evitarlo para que tu decoración siga perfecta.
¿Una flor preservada ha soltado líquido? No te preocupes, no es grave. Te contamos por qué pasa, cómo actuar y cómo evitarlo para que tu decoración siga perfecta.
Si te ha pasado, no te preocupes. Aquí te contamos por qué ocurre y qué hacer para solucionarlo sin dañar tus flores.
Durante el proceso de preservación, las flores naturales se tratan con una mezcla de glicerina y colorantes (completamente seguros) que sustituyen la savia por completo. Este tratamiento permite que la flor conserve su flexibilidad y color durante mucho tiempo. Sin embargo, en ciertas condiciones, es posible que ese líquido reaparezca:
Esto puede llegar a ocurrir, especialmente en flores con tallos gruesos, por ejemplo, los Eucaliptos que son más propensos a ello.
Aquí van algunos pasos sencillos para solucionarlo de forma rápida y sin complicaciones:
Evita frotar. Apoya el papel sobre la superficie afectada y presiona ligeramente.
Coloca el ramo o centro en un espacio seco, bien ventilado y alejado de fuentes de calor o sol directo.
Esto solo puede empeorar la situación. Las flores preservadas no necesitan agua.
Si el líquido proviene de un tallo en particular, puedes aislarlo o recortarlo ligeramente si no afecta al conjunto visual.
Si las flores están sobre madera, mármol o textiles delicados, usa una base protectora mientras se estabilizan.
No, el líquido no es tóxico ni dañino. Puede manchar tejidos por el colorante, pero no es corrosivo ni peligroso. Por eso, lo mejor es actuar rápido si notas su presencia.
Guarda tus flores en un lugar fresco y seco.
Evita la exposición prolongada al sol o la humedad.
No las manipules en exceso ni las muevas constantemente.
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